tirsdag 30. juli 2019

Repetir oraciones

Abigail Vera ROGER, LA PALABRA DE DIOS (LA BIBLIA) NOS EXHORTA DICIENDO LO SIGUIENTE: Mateo 6:7 Y orando, no uséis vanas REPETICIONES, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. PASTOR ABIGAIL VERA
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Herman Germán Osvaldo Sal Pero los católicos encuentran versículos que los llevan a repetir:
Marcos Dice . "Se alejó (Jesús) de nuevo a orar, repitiendo las mismas palabras" Mc 14,39
Por otra parte en el Apocalipsis, la revelación de Jesús a Juan Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tienen seis alas llenas de ojos alrededor y por dentro, y no cesan de repetir día y noche: Santo, Santo,Santo el es Señor Dios, el todopoderoso el que era, es y ha de venir.
Por lo tanto ellos creen que repetir oraciones es algo agradable al dios Dios
Mas ejemplos de lo que usan los católicos en su defenza:
a) Salmo 136 repite todo el tiempo:" porque es bueno, porque es eterna su misericordia "

b) Los dejó y se fue a orar por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. Mateo 26-44

c) Pablo dice "Tres veces pedí al Señor que me librara, 2 Corintio 12,8

Es decir: Los creyentes siempre buscan los versículos que les convienen si hay contradictorios.

La profecía del nacimiento virginal


Extraído de un post en Facebook

La profecía del nacimiento virginal.


- Mito.


Isaías profetizó que un niño nacería de una virgen y que éste sería el mesías esperado por los judíos. Los cristianos creen que tal virgen no es otra que la Virgen María.

Mateo cita a Isaías en su primer intento de demostrar la divinidad de Jesús a través de la profecía: "Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que fué dicho por el Señor, por el profeta que dijo:

"He aquí la virgen concebirá y parirá un hijo, Y llamarás su nombre Emmanuel"... Mateo 1: 23 Reina Valera Contemporánea (RVC).

- Refutación.


Veamos lo que el profeta Isaías dijo de verdad:

"Por tanto el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y parirá hijo, y llamará su nombre Emmanuel". Isaías 7:14 Reina-Valera Antigua (RVA).

A primera vista parece que Mateo ha hecho la tarea. Pero un examen más atento nos muestra que en verdad no lo ha hecho. Cometió el mismo error que la mayoría de los predicadores cometen hoy: forzó la interpretación de un escrito antiguo para que encaje con su teología particular.

El séptimo capítulo de Isaías no trata de un futuro Mesías, mucho menos de un niño llamado Jesús. El contexto del pasaje es una guerra civil entre Israel y Judá. Isaías decía que el niño sería una "señal", una confirmación de que el asedio que se planeaba sobre Jerusalén iba a fracasar.

Eso se aplicaba a los sucesos que sucedían en tiempo de Isaías, no a alguna secta cristiana del futuro. Si Mateo hubiera seguido leyendo habría visto que era ridículo forzar el significado para su época:

"Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra que tú aborreces será dejada de sus dos reyes". Isaías 7:16 Reina-Valera Antigua (RVA).

Los siguientes nueve versículos siguen con la profecía, incluyendo una promesa de que "en ese día" la tierra se convertirá en "espinos y cardos", lo que por supuesto no sucedió ni en los "días" de Isaías ni en los de Mateo.

Isaías 7:14 es claramente una profecía local. De hecho, el propio Isaías intenta que se cumpla en el siguiente capítulo:

"Y juntéme con la profetisa, la cual concibió, y parió un hijo. Y díjome Jehová: Ponle por nombre Maher-salal-hash-baz. Porque antes que el niño sepa decir, Padre mío, y Madre mía, será quitada la fuerza de Damasco y los despojos de Samaria, en la presencia del rey de Asiria". Isaías 8:3-4 Reina-Valera Antigua (RVA).

Esto no sucedió: la fornicación de Isaías fue en vano.

Por parte de Mateo, es una falta de honradez pura y dura el intentar forzar esta profecía fallida para que encaje con su propia época, con su propia teología sectaria.

Un problema más profundo con esta profecía, sin embargo, está en la palabra "virgen". El autor de Mateo trabajaba probablemente con la traducción griega de la Septuaginta de los escritos hebreos que tiene la palabra parthenos, que significa "virgen". Pero la palabra hebrea original es almah, que significa "mujer joven". Es el femenino de elem, que significa "hombre joven" (no "hombre joven virgen", si existiera ese concepto). La palabra hebrea para virgen es bethulah (que aparece a menudo en el Antiguo Testamento como botín de las guerras santas de Jehová).

Los traductores griegos metieron la pata, de forma inocente o deliberada, y Mateo se limitó a reproducir la mala traducción, de forma inocente o deliberada. De cualquier forma, el autor de Mateo era un erudito descuidado.

Los judíos, que sabrían mejor que los cristianos cómo leer a sus propios profetas, tradujeron correctamente almah como "mujer joven" en Isaías 7:14.

Algunas de las traducciones más nuevas, de la Reina-Valera, por ejemplo, han corregido el error, pero la autoritaria Biblia del Rey Jacobo mantiene la falacia. Sólo los cristianos insisten en que significa virgen, porque sirve para sus propósitos. Cualquiera que fuera alguien en aquellos días, como Julio César, tenía que nacer de una virgen, y en la secta cristiana de los judíos, que intentaban elevar a su "mesías" a un estatus especial, se tomaron libertades con el pensamiento hebreo e intentaron convertirlo en un dios.

Si Mateo hubiera reflexionado, se habría dado cuenta de que Isaías podría haber evitado el uso de la palabra bethulah porque sabía algo sobre la mujer con la que planeaba acostarse en la escena siguiente. Si Isaías hubiera querido decir virgen, lo habría dicho.

Un último bochorno es que ni Jesús, ni Maher-salal-hash-baz se llamaron "Emmanuel". Todo forma parte del mito.